¿Qué es la psicoterapia y como puede ayudar a las personas?
Mgter. Nelson Riquelme Pereira
Jorge P., un hombre de treinta
y tantos años, está pasando por serios problemas tras su reciente divorcio, se
siente bastante deprimido, desanimado y pesimista acerca de cómo enfrentar su
vida de ahora en adelante. Jorge se
siente culpable y confuso acerca de su personalidad y de cómo esta había
afectado su matrimonio. Tiene muchas cosas que arreglar: la relación con sus
pequeños hijos, las pensiones alimenticias de los niños, la nueva relación con
su ex esposa, la administración del dinero, de su tiempo, de su vida, etc. Sus
amigos, observando el estado de ánimo en que se encuentra Jorge, le sugirieron
que fuera a terapia psicológica.
Interesado preguntó a un psicólogo amigo que en ¿qué consistía la
psicoterapia? Y ¿cómo podría él beneficiarse de ella? Y esto fue lo que el
psicólogo le contestó:
La psicoterapia es un proceso
intenso e interpersonal, por medio del cual un individuo recibe ayuda y
asistencia al dialogar y/o trabajar con una persona preparada. Generalmente
implica ayudar y/o asistir a personas normales a enfrentarse a situaciones y
problemas normales, a analizar y trabajar con situaciones y oportunidades
propias de diferentes niveles de desarrollo, auxiliar a personas con
dificultades de adaptación, personas que tiene dificultades en sus procesos de pensamiento,
emociones o conducta, dificultades generadas por su entorno social, por su
forma de vivir y sus particulares condiciones fisiológicas, neurofisiológicas o
psicológicas.
Como proceso, la psicoterapia
propone un crecimiento personal a partir de una situación inicial de conflicto,
inconformidad o disfuncionalidad a una situación de dominio, funcionalidad e
integración personal de lo aprendido y de la toma de conciencia. Es por tanto, una situación educativa o
autoeducativa en un ambiente y condiciones especiales y supone una relación
privilegiada con un profesional de la salud mental basada en la confianza, la
empatía, la aceptación, el trabajo personal y la confidencialidad.
La psicoterapia puede promover
la toma de decisiones y procesos electivos por parte de las personas o puede
procurar la promoción, recuperación o ajuste de la salud mental, la adaptación
personal, el bienestar y el crecimiento emocional. En el primer caso, se habla
de psicoterapia u orientación vocacional y profesional; en el segundo, se habla
de psicoterapia psicológica. Esta última puede ser individual, grupal, de
pareja, familiar, salud mental, etc. El tipo de psicoterapia se define en
función de los objetivos y los participantes adscritos al proceso.
En la psicoterapia, se exige
al psicoterapeuta el dominio y utilización de diversas técnicas y
procedimientos para proveer la ayuda y brindar la atención debida. En términos
generales incluye: establecer una relación de trabajo, animar, proveer
información, interpretación de test psicológicos y proyectivos, diagnosticar,
escuchar, análisis de la conducta, los pensamientos y los sentimientos
expuestos, procurar la toma de conciencia, ayudar en la toma de decisiones, asistir
al individuo a resolver sus problemas, aprendizaje, etc. De igual forma, la
psicoterapia aplica los conceptos relevantes de las diversas teorías
psicológicas y puede identificarse con ellas (psicoterapia analítica,
rogeriana, adleriana, cognitiva, conductista, etc.).
En síntesis, tenemos que la
psicoterapia procura ayudar a las personas (clientes) a mantener transacciones
de crecimiento consigo mismos, con los demás y con su medio social; a cambiar
aquellas conductas que son autodestructivas o destructivas para otros; y, a
adquirir destrezas que capaciten a la persona para vivir más efectivamente. La terapia psicológica puede atender problemas
del sueño, problemas con el peso, abuso de alcohol o tabaco, cansancio crónico,
problemas médicos de larga duración, tener
poco dinero para final de mes, poco dinero para cubrir necesidades básicas, exceso
de deudas, gastos imprevistos, poco dinero para aficiones y tiempo libre, trabajo
monótono y aburrido, relaciones difíciles con el jefe o superior, problemas de
relación con los compañeros, temor a perder el trabajo, mala relación con los
vecinos, casa demasiado pequeña, malas condiciones de la vivienda, casa
demasiado apartada de trabajo o escuela.
Además, puede ayudar con problemas de timidez o vergüenza
con otras personas, tener pocas amistades, ser muy sensible a las críticas de
los demás, dificultad para llevar una conversación, tener poco tiempo libre,
disfrutar poco de las diversiones, poca habilidad para el deporte, deseo de
viajar, desacuerdos con la pareja, desacuerdos con otros familiares, ruptura o
separación matrimonial, problemas con los niños o la escuela, dificultad para
controlar la irritación, exceso de ansiedad o nerviosismo, exceso de exigencia
y perfeccionismo, sentimientos depresivos y problemas con las relaciones
interpersonales y sexuales.
En algún momento de la vida
todos podemos necesitar un poco de ayuda porque tenemos que enfrentar alguna de
las situaciones descritas anteriormente y, por tanto, nos beneficiaríamos de exponer
nuestras preocupaciones y ansiedades ante un profesional que nos escuchará y
que nos atenderá sin juzgarnos, aceptándonos como personas falibles, poniéndose
en nuestro lugar, encontrando nuestro potencial de crecimiento y ayudándonos a
tomar conciencia plena de nuestra situación, guiándonos hacia el camino de la
solución más accesible o hacia la adaptación posible a nuestra condición o
circunstancia.
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